RELIGIÓN 10°

   SEMANA 1  Enero 22 AL 26

TEMA:  Organización y pautas de evaluación
PROPÓSITO: Determinar las pautas de trabajo  para el año escolar
ACTIVIDAD: Pautas de trabajo, organización de listas. Presentación de docentes y aclaración de diferentes dudas frente al trabajo académico del año 2024


  SEMANA 2 - 3  

Enero 29 AL 2 Febrero y del  5 al 9 de febrero

TEMA:  El sentido de la vida
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA

“Qué cosa tan extraña es el hombre: nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere"

El sentido de mi vida es el que yo quiera darle  

Son muchos los momentos en los que olvidamos por qué estamos en este mundo y qué queremos hacer con nuestras vidas. El sentido que le querramos dar a nuestra existencia depende de nosotros mismos, y de eso hablaremos a continuación.
El sentido de mi vida es el que yo quiera darle

En algún momento de nuestra vida o en varios llegamos a preguntarnos qué sentido tiene nuestra existencia. Vivimos el día a día tan rápido, que no tenemos tiempo de pararnos a pensar en nosotros mismos, en lo que somos, en la razón de ser de nuestra vida, en nuestro propósito.

Cualquiera de nosotros nos hemos sentido perdidos en determinados momentos, hemos pensado que hemos cometido un error o nos hemos planteado qué estamos haciendo con nuestra vida. Esa sensación de vacío, no tiene por qué ser algo negativo, sino que puede ser un punto de inflexión que nos haga reflexionar sobre aquello que queremos realmente y cómo lograrlo.

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.”

-Viktor Frankl-

¿Qué es el sentido de mi vida?

El sentido de la vida es tema muy debatido en muchos ámbitos a lo largo de la historia. Filósofos, escritores, científicos, teólogos, han tratado de dar una respuesta a esa gran pregunta, pero en realidad no es posible encontrar una respuesta universal, sino que se trata de buscar en nuestro interior y hacernos preguntas para averiguar cuál es el propósito de nuestra existencia.

El psiquiatra y escritor Viktor Frankl, fue internado durante la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Auschwitz y esa experiencia tan traumática junto a su formación, le ayudaron a realizar una profunda reflexión sobre el sentido de la vida que plasmaría en diversos libros, entre los que destaca el titulado  El hombre en busca de se ntido”.

El Doctor Frankl, sostenía que la vida tiene sentido en cualquier circunstancia, porque en situaciones de sufrimiento y de adversidad si una persona es capaz de dar sentido a la adversidad, puede convertir su tragedia en un logro , en una forma de superación.

LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ

 En las lejanas tierras del norte, hace mucho tiempo, vivió un zar que enfermó gravemente. Reunió a los mejores médicos de todo el imperio, que le aplicaron todos los remedios que conocían y otros nuevos que inventaron sobre la marcha, pero lejos de mejorar, el estado del zar parecía cada vez peor. 


Le hicieron tomar baños calientes y fríos, ingirió jarabes de eucalipto, menta y plantas exóticas traídas en caravanas de lejanos países. Le aplicaron ungüentos y bálsamos con los ingredientes más insólitos, pero la salud del zar no mejoraba. Tan desesperado estaba el hombre que prometió la mitad de lo que poseía a quien fuera capaz de curarle. El anuncio se propagó rápidamente, pues las pertenencias del gobernante eran cuantiosas, y llegaron médicos, magos y curanderos de todas partes del globo para intentar devolver la salud al zar. Sin embargo fue un trovador quien pronunció: —Yo sé el remedio: la única medicina para vuestros males, Señor. 

Sólo hay que buscar a un hombre feliz: vestir su camisa es la cura a vuestra enfermedad. Partieron emisarios del zar hacia todos los confines de la tierra, pero encontrar a un hombre feliz no era tarea fácil: aquel que tenía salud echaba en falta el dinero, quien lo poseía, carecía de amor, y quien lo tenía se quejaba de los hijos. Sin embargo, una tarde, los soldados del zar pasaron junto a una pequeña choza en la que un hombre descansaba sentado junto a la lumbre de la chimenea: —¡Qué bella es la vida! Con el trabajo realizado, una salud de hierro y afectuosos amigos y familiares ¿qué más podría pedir? Al enterarse en palacio de que, por fin, habían encontrado un hombre feliz, se extendió la alegría. 

El hijo mayor del zar ordenó inmediatamente: 2 —Traed prestamente la camisa de ese hombre. ¡Ofrecedle a cambio lo que pida! En medio de una gran algarabía, comenzaron los preparativos para celebrar la inminente recuperación del gobernante.

 Grande era la impaciencia de la gente por ver volver a los emisarios con la camisa que curaría a su gobernante, mas, cuando por fin llegaron, traían las manos vacías: —¿Dónde está la camisa del hombre feliz? ¡Es necesario que la vista mi padre! —Señor -contestaron apenados los mensajeros-, el hombre feliz no tiene camisa.


   SEMANA 4 - 5  

Febrero 12 al 16 y del  19 al 23

TEMA:  El sentido de la vida
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA

 SEMANA 6 - 7 

Febrero 26 al 1 y del  4  de Marzo al 8

TEMA: Quién soy.
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA

Soy yo quien le da sentido a mi vida

Uno de los aspectos fundamentales en cuanto al sentido de nuestra vida, es que no debemos buscar ese sentido fuera de nosotros, en otras personas, en circunstancias que están fuera de nuestro alcance, sino solo dentro de nosotros mismos.

Cuando conocemos a otra persona, lo primero que solemos preguntar es ¿Qué haces? o ¿A qué te dedicas?, en lugar de preguntar ¿Quién eres? De esa forma estamos identificando a la persona con su actividad, sin averiguar quién es realmente esa persona. Eso mismo nos ocurre con nosotros mismos, lo correcto no es preguntarse ¿Qué hago? sino ¿Quién soy?

Por lo tanto, conocernos a nosotros mismos y sobre todo valorarnos es la base para conocer el sentido de nuestra vida. Resulta esencial reservar un momento para pararnos en medio de la vorágine cotidiana y reflexionar sobre nuestras habilidades, nuestras virtudes, nuestros defectos. Esto nos ayudará a saber quiénes somos y quiénes queremos ser.

Cada uno de nosotros escribimos nuestra propia historia, decidimos cómo sentirnos frente a determinadas situaciones y configuramos día a día nuestra existencia. Pero quizás el secreto sea pararse y hacerse preguntas que nos muestren qué es lo más importante para nosotros.

“Considero el ritmo acelerado de la vida actual como un intento de automedicación, aunque inútil, de la frustración existencia. Cuanto más desconoce el hombre el objetivo de su vida más trepidante ritmo le da.”

-Viktor Frankl-

Mujer respirando al aire libre

Preguntas para darle sentido a mi vida

Para darle sentido a nuestra vida, podemos hacernos miles de preguntas porque cada uno de nosotros encierra un universo de respuestas completamente distinto a las que puedan aportar los demás. Pero es ese viaje interior para lograr respuestas es el que nos permitirá alcanzar la paz que necesitamos.

  • ¿Qué es lo más importante de mi vida? Para algunas personas serán sus hijos, para otras su profesión, para otras ser libres. Existen millones de respuestas, pero la que nos demos a nosotros mismos es la que hará que descubramos cuál es nuestro propósito en esta vida.
  • ¿Si supieses que vas a morir dentro de tres meses qué dejarías de hacer? Esta pregunta nos permite cambiar la perspectiva que tenemos de nuestra realidad y distinguir lo superfluo de lo realmente importante, para poder valorar todas esas cosas y personas que realmente lo merecen.
  • ¿Cómo eres realmente, quién eres? Es esencial realizar un análisis profundo de nosotros mismos y ser honestos para poder tener la oportunidad de cambiar aquello que no nos gusta, las formas de actuar que no queremos que nos definan.
  • ¿Cómo te sientes ahora mismo?, ¿estás satisfecho con la persona que eres hoy? Reconocer con sinceridad las propias emociones e identificar el nivel de satisfacción con las personas en las que nos hemos convertido es fundamental para alimentar el sentido de nuestra existencia.
  • ¿Qué te impide cambiar?, ¿te sientes el dueño de tu propia vida? Preguntarte por cuál es el rol que tienes dentro de tu vida es importante para dejar de culpar a otros, asumir tus responsabilidades y convertirte en el protagonista de tu propia historia.
  • ¿Qué te hace feliz?, ¿en dónde he encontrado plenitud? Estas preguntas harán que te cuestiones por las cosas verdaderamente importantes de la vida, esas que nos hacen sentir plenos y satisfechos con nuestra existencia, como ayudar a otras personas, aprender cosas nuevas o pasar tiempo con nuestros seres queridos.

Es un acto de valentía el ser conscientes de lo que queremos cambiar de nosotros mismos y comenzar el trabajo de convertirnos en quienes queremos ser.

 SEMANA 8 - 9 

 Marzo 11 al 15 y del 18 al 22

TEMA:  Dificultades en el sentido de la vida- Reflexiones al respecto
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA

Reflexiones sobre el sentido de la vida

por 

sentido de la vida

Debemos cuestionarnos el sentido de la vida para cuando se nos desmonte la vida, lo cual puede ocurrir en horas, como hemos podido vivir en muchos casos en los últimos tiempos, en los que una pandemia mundial ha afectado a millones de personas.

En la antigua Aryavarta se usaba una sola palabra para decir «el sentido de la vida» (Shadana), el camino que nos lleva de retorno con nuestra alma inmortal. Si se pierde el sentido de la vida, solemos referirnos a ello como «perder el rumbo» y podemos llegar a vivir situaciones muy dolorosas y, en ocasiones, extremas, como el suicidio; por contra, si encontramos el sentido de la vida, llegamos a producir y encontrar lo que los sufíes llamaban «Baraka» (cargado de espíritu).

Según la Real Academia «vida» es «estado de actividad de los seres orgánicos»; de alguna manera, la materia orgánica, al moverse, manifiesta lo que entendemos como vida. Podemos decir que la vida es un elemento dinámico, que tiene movimiento, y en contraposición, diríamos que la falta de movimiento la podemos relacionar con la muerte, o si hay vida, esta estaría en estado latente, sin manifestarse. ¡Se queda muy corto!

La vida también es cambiante y está en evolución, pues busca adaptarse al medio que la rodea, al menos según las teorías de corte positivista.

Pero sería bueno intentar entender, con un poco de profundidad, el sentido o dirección de la vida, hacia dónde queremos dirigirla: ¿confort, felicidad, logros, amistad, amor, etc.? El hombre de hoy se encuentra con una sociedad que tiende a dirigir el sentido de la vida llevándole por un camino que promete felicidad a través del confort, la seguridad económica, la aprobación social, etc. Pero, en honor a la verdad, nos encontramos con que la mayoría de la gente que pone sus esperanzas para llegar a ser felices en estas cosas suele salir decepcionada; y no porque no sean valores que ayuden a conseguir la felicidad, sino porque no son los únicos que debemos tener en cuenta, ni son los más importantes.

Se hace necesario, entonces, variar nuestra escala de valores y ampliarla para poder entender el sentido de la vida. Es un ejercicio sano para cualquiera el escribir su escala de valores, para poder cumplir mejor con la máxima de «Conócete a ti mismo», tal y como se leía en el templo de Apolo en Delfos. Por ejemplo: Dios, dharma, plan divino, humanidad (en su más amplia acepción), ideales, paz, felicidad, amor, concordia, seguridad, familia, dinero, amistad… Cada uno debe reconocer cuáles son los suyos. Con ello, si conseguimos ser sinceros con nosotros mismos, podremos reflexionar y variar nuestro interior, para ajustarlo mejor a nuestra mejor versión de nosotros mismos.

¿De dónde viene y a dónde va la vida?

Para poder entender de dónde viene, tenemos que estudiar su manifestación, a ser posible desde sus primeros momentos, y así podremos entender con más profundidad a dónde va.

La vida se puede enfocar desde distintos puntos de vista, como la ciencia o la filosofía, por citar algunos. Así, la ciencia busca el conocimiento físico de las causas. Aunque se conoce mucho sobre la vida desde el punto de vista científico, es algo que aún está en desarrollo, por lo que los nuevos descubrimientos van cuestionando los viejos dogmas de la misma ciencia y permitiendo la reelaboración de nuevas teorías. Por su parte, la filosofía plantea la búsqueda del conocimiento de las esencias. En cualquiera de los casos, es necesario un profundo y sincero ejercicio de reflexión que nos permita avanzar sin caer en posturas dogmáticas.

sentido de la vida

Como nos señalan algunos filósofos, si vemos una casa ordenada de forma armónica y útil, pensaremos que está así por la acción de una «mente» que diseñó ese orden. El universo es tan complejo y ordenado que sería totalmente absurdo pensar que está colocado así por la adaptación al medio, al igual que si viéramos una casa con sus luces, aparatos electrónicos, etc., pensáramos que todo eso fue producido por golpes de viento que hicieron que las cosas se ordenaran de forma tan especial. Casi todas las culturas antiguas consideraban que la causa de este orden en el mundo era la ley universal; la vemos explicada en el famoso Dharma hindú, que sirve para devolvernos «al centro» cuando nos salimos del «sendero»; lo vemos en el Li de Confucio como «orden universal en nuestro mundo», en el Tao de Lao Tse, en la regla de Maat egipcia o en los imperativos categóricos de Kant.

Uno de los filtros que nos sirve para detectar una idea que puede ser importante es cuando la vemos reflejada en distintos pueblos de distintas épocas, que no tuvieron relación entre sí, pero llegaron a una misma conclusión. Para comprender un poco mejor el funcionamiento de nuestro universo, podemos resumir cómo funciona según la mayoría de las creencias a las que llegaron los distintos pueblos: El pensamiento es el motor ordenador del cosmos, el sentimiento es el combustible que da impulso a la idea ordenadora y la acción es el movimiento que se produce por el pensamiento y el sentimiento, que da como resultado la plasmación.

De ahí la máxima «La raíz del universo es mental» (Kibalión), o si queremos ir a filósofos más actuales, «Pienso, luego existo», de Descartes, que también podemos traducir, quizás de modo más acertado, como «Pienso, luego soy».

Microcosmos y macrocosmos están regidos por las mismas leyes universales («Así es arriba como es abajo»). Así que nuestro mundo, y nosotros como parte de él, nos regimos por las mismas leyes. Y debemos tener estas leyes en cuenta a la hora de planificar el sentido de nuestra vida.

En el «sentido de la vida en el hombre», lo fundamental es vivir cosas fundamentales y no dejarse llevar por la corriente del tiempo sin buscar que nuestra vida sea algo esencial. Vale más un minuto vivido con trascendencia que un año de la vida de un hombre que se dedicó a llenar las horas, simplemente buscando no aburrirse. La gente rellena su tiempo con cosas para llenar un vacío; hay que preguntarse el para qué y hacia dónde de nuestras acciones, de manera que estas tengan sentido de la finalidad. Quien varía los intereses de la vida hacia algo más valioso que el confort, la seguridad económica y la aprobación de los demás vivirá más y mejor; «Yo soy yo y mis circunstancias, y si no las salvo a ellas no me salvo yo», como decía Ortega y Gasset.

Una de las claves para una vida correcta, con sentido y que no nos aburra es entender que solo hay una cosa que no cansa nunca, por más que la ejercitemos: aprender; porque es siempre nuevo y nos va completando, a la vez que vemos también de forma más completa el universo.

SEMANA 10 y 11

 Abril 1 al 5 y del 8 al 12

TEMA:  Incidencias en el sentido de la vida
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA

«No le encuentro sentido a la vida»

Encontrar un propósito o un objetivo es una necesidad básica de los seres humanos y es también lo que nos diferencia de otras especies.

El sentido que le damos a la vida , así como los proyectos o propósitos que tenemos, comparten un sentido fundamental: luchar contra la única certeza que tenemos los seres humanos, que es el hecho de saber que nos vamos a morir. En este sentido, encontrar una meta o un objetivo es probablemente lo que nos mantiene atados a la vida, siendo esto una necesidad básica de los seres humanos y lo que nos diferencia de otras especies.

El psicólogo especialista en vínculos Sebastián Girona indica que un propósito nos ayuda con aquello de 'falta mucho'. «No sabemos cuánto nos queda, pero todo lo que podamos poner entre la muerte y nosotros nos ayuda». Por ejemplo, cuando queremos estudiar una carrera, es una forma de decir que pensamos estar vivos para poder terminarla; no hay certeza de ello, pero tener ese proyecto nos mantiene enfocados. Además, también impera el mandato social que implica el hacer algo útil con nuestra vida . «Circula y ejerce presión aunque no nos demos cuenta».

El problema es que cada vez son más las personas que no le encuentran el sentido a su vida Les falta un propósito , un objetivo, y se sienten perdidas e, incluso, deprimidas . Anna Valentina Caprioli, psicóloga de Buencoco , manifiesta que son diferentes factores lo que influyen en esto:

Por un lado, puede estar relacionado con sentirse parte de una comunidad. «En el pasado, esto nos guiaba y nos permitía sentir que pertenecíamos a un grupo con un propósito. A día de hoy, gracias al acceso a internet y las menores dificultades para moverse de un lugar a otro, aun cuando estamos separados por grandes distancias, las personas tenemos la posibilidad de vivir experiencias muy diferentes entre nosotros y de elegir cuales son nuestros valores , tradiciones y modos de vivir. Si bien esto aumenta el grado de libertad, también incrementa la complejidad para entender quiénes somos , lo que puede hacer que sea más difícil descubrir qué propósito queremos darle a la vida», comparte Caprioli.

Por otra parte, cambios importantes que se hayan producido en nuestra vida, como algún duelo migración , pueden hacer que nos sintamos perdidos y sin un propósito en algún momento dado de nuestras vidas. Girona añade la ansiedad y la depresión como un factor de riesgo para este tema.

«Y la cultura en la que vivimos, pues muchas veces nos exigen tener un alto rendimiento, haciendo sentir a algunas personas que serán siempre incapaces de lograr sus objetivos porque no lo han hecho en el mismo tiempo que otros», explica la psicóloga.

Hay muchas señales que indica que nos falta un propósito en la vida. Girona destaca la falta de ánimo y de esperanza . «Por supuesto, la tristeza es un factor fundamental si se sostiene en el tiempo». A esto habría que sumar la pérdida de capacidad de disfrute, así como darnos cuenta de que lo que antes nos generaba placer, ya no nos produce nada. «Sería como ver la vida en blanco y negro».

A veces, la sensación de que la vida no tiene sentido puede volverse muy invasiva y pesada. En estos casos, puede ser necesario pedir la ayuda profesional de un psicólogo

SEMANA 12 y 13

 Abril 15 al 19 y del 22 al 26

TEMA:  Autoestima y talento personal
PROPÓSITO: Identificar y reflexionar frente al significado de nuestra vida
DESARROLLO DE LA TEMÁTICA









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